Tapia de Casariego
El marqués de Casariego fue el impulsor, en el siglo XIX, de la creación de un nuevo concejo que agrupó diferentes parroquias de Castropol y El Franco bajo el nombre de Tapia. Con el paso del tiempo y como reconocimiento de sus méritos se añadió al topónimo el apellido del noble.
El municipio sirvió desde la época del rey Felipe II como moneda de cambio a diferentes monarcas, por su belleza y su posición estratégica.
La actual Tapia de Casariego fue refugio de soldados, en tiempos de guerra, puesto que no albergó grandes batallas y sirvió de retiro espiritual a personajes de renombre como el reformista, Melquíades Álvarez.
Hoy en día, esta localidad es la tabla de salvación de cientos de surfistas que llegan a sus playas en busca de las mejores condiciones para coger olas.
Pero no sólo los más intrépidos visitan la ciudad. En verano miles de turistas llenan sus arenales bajo el ritmo de las gaitas del Festival Intercéltico d’Occidente que suenan en julio.
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