No sólo la gastronomía y los paisajes son los encargados de formar un binomio perfecto en el Principado. Para llegar al paraíso hace falta un sustantivo más, la FIESTA, para demostrar que todo lo que te imaginas es real.
En esta sección te mostramos celebraciones peculiares, esos festivales que no dejan lugar a ingeniosos; porque en Asturias, en cuestión de fiesta, todo está inventado.
¿A qué esperas?, ¡No lo imagines!, ¡Es real!
¡DISFRUTA!
FIESTAS DE PRAO
Homenajear a un nieto, a un santo o a un pueblo entero son algunos de los motivos para celebrar las fiestas de ‘prao’.
La temporada empieza a finales de mayo y no hay un trozo de verde paradisiaco que no sea digno de estas celebraciones. Sólo se necesita gente, música y sidra para decir: 'I LOVE FIESTAS DE PRAO'.
¡Así de sencillo!
LA DESCARGA DE CANGAS, LA TRADICIÓN DE LA PÓLVORA
Es 16 de julio y tanto cangueses como visitantes están preparados para rezar a la vírgen del Carmen. Pero no una oración cualquiera. Desde 1866, los feligreses cambian las cuentas del rosario por miles de voladores que ponen la piel de gallina a más de uno.
¡Abran fuego, es en honor a la virgen!
LA ASCENSIÓN
Han pasado muchos siglos desde que esta fiesta comenzó a celebrarse pero el tiempo deja patente que lo tradicional puede combinarse con lo moderno.
Cuarenta días después de que termine la semana santa, lo que era un mero certamen ganadero se convierte hoy en una muestra de la evolución de los tiempos. Se trata de un homenaje al campo y a sus gentes donde conviven, durante días, folclore, animales, exposiciones artesanas y mercados astures.
El campo se presenta en la ciudad y Oviedo es el mejor escenario.
BODA VAQUEIRA
El último domingo de julio en el alto de Aristébano, entre los concejos de Valdés y Tineo, se celebra un acto que deja patente que Asturias no olvida las tradiciones.
La capilla de la divina pastora es el enclave perfecto para un enlace de cuento, la boda vaqueira.
Una celebración, no al uso, donde se muestra al público los secretos mejor guardados de los novios. (Desde la entrega de la dote hasta la cama nupcial). Todo ello amenizado por una comitiva donde los familiares y amigos conviven durante un día con vecinos y visitantes en una fiesta con el más vivo sabor brañeril.
Con un plan así, ¿quién puede negarse a ir de boda?
COMIDA EN LA CALLE
Las calles, plazas y parques de Avilés se convierten en restaurantes improvisados y, en consecuencia, vecinos y visitantes juegan el lunes de Pascua a ser camareros y cocineros.
Lo que comenzó siendo, hace 30 años, una iniciativa de las amas de casa de la villa; en la actualidad, es una fiesta popular que reúne a más de 15.000 comensales que no dudan en sacar sus manjares a la calle.
DANZA PRIMA
Si hablamos del último baile, este no puede ser otro que la danza prima. Sus tradicionales pasos y los sentimientos que el rito despierta ponen el punto y final a las fiestas de Begoña gijonesas.
Después de una noche de espectáculo pirotécnico, cientos de vecinos y turistas se acercan a la playa de San Lorenzo para moverse al ritmo de tonada; despidiéndose hasta el año que viene.
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