Oviedo

Cuando Alfonso II decidió trasladar la corte a la urbe, custodiada por el Naranco, la parroquia ovetense sufrió una transformación que aún podemos contemplar siglos después. El monarca enriqueció la ciudad con varios edificios, religiosos y civiles, que, hoy, forman el prerrománico más envidiado de España.

Con el paso del tiempo, la capital asturiana comienza a crecer sobrepasando los límites de su muralla y convirtiéndose en el centro político del Principado; donde hoy poder disfrutar de parte de la gastronomía asturiana gracias a los negocios que lo rodean.

A lo largo de los siglos, la ciudad fue enriqueciéndose cultural y arquitectónicamente pero conservando a su vez elementos centenarios. No fue hasta el siglo XIX, cuando tuvo lugar un acontecimiento que cambió el ritmo de la ciudad. La construcción de la calle Uría supuso un cambio en la capital; convirtiéndola en el eje comercial y de negocios de Asturias que persiste a día de hoy.

Pero no sólo en la gran avenida recae el encanto de la ciudad. La Universidad, el campo de San Francisco y un paisaje urbano repleto de obras y monumentos de personajes ‘’ilustres’’ son escenario de sus principales fiestas. El Martes de Campo, la Feria de la Ascensión o San Mateo son fechas señaladas en las que vecinos y visitantes disfrutan, aún más, del atractivo turístico de la capital.