La ruta parte de Oneta, a donde se accede desde la capital del concejo de Villayón, a través de la carretera local AS-36 que enlaza esta población con Luarca.
La ruta comienza en el centro del pueblo. Un bello sendero que transcurre entre casas y el río a la izquierda.
El río pronto se esconde y se desprende verticalmente por una altura de unos 38 metros. Tras una caminata de media hora hemos llegamos a la primera cascada, la Firbia, la más accesible e impresionante de las que nos vamos a encontrar.
Más adelante, por debajo de ésta existen otras dos de menor altura aunque no menos bellas: la Ulloa de menor verticalidad y la Maseirúa, cuyo acceso es más dificil.
A lo largo del transcurso de las cascadas, podemos contemplar restos de molinos de agua y con suerte, en el paso del río podremos ver alguna nutria.
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